“Hemos ingresado a la era del desarrollo sostenible”

(Sachs, 2015).

Crotalus adoptó la misión de revertir el calentamiento global

Somos un equipo conformado por ingenieros, científicos, consultores en finanzas y sostenibilidad corporativa con una amplia experiencia en el desarrollo de proyectos enfocados en la mitigación del cambio climático en México y Centroamérica.

Sostenibilidad Ambiental

Consultoría, capacitación y desarrollo de proyectos de ingeniería ambiental y forestal orientada a particulares, organismos públicos y empresas privadas para el cumplimiento de la legislación ambiental mexicana. 

Neutralidad de Carbono

Inventario de emisiones de GEI, compensación de huella de carbono y desarrollo de proyectos de reducción de emisiones de GEI bajo protocolos internacionales (MDL, VCS, CAR, GS)

Valorización de Residuos

Asesoría técnica-financiera para diseño, factibilidad, y desarrollo de proyectos de aprovechamiento de biogás de relleno sanitario y plantas de selección de residuos sólidos.

 Preguntas frecuentes

  • Es importante mencionar que todo proceso industrial imprime sus efectos en el medio ambiente, en especial a través de los residuos sólidos, los residuales líquidos y la emisión de gases que resultan de las actividades productivas, y los cuales tienen un alto potencial de impacto negativo en las tres esferas ambientales: suelo, agua y atmósfera.
    Por lo tanto, el Diagnóstico de Desempeño Ambiental, ayudará a las empresas a medir, identificar e interpretar los impactos ambientales que su actividad de negocios produce, asimismo les permitirá realizar una valoración que identifique aquellos cuyo estado requiera implementar medidas correctivas o de mitigación con mayor urgencia.

  • A través de la revisión del registro de la legislación y de las regulaciones ambientales. Realizar el cumplimiento de la legislación es un requisito fundamental para implementar el Sistema de Gestión Ambiental ISO14001, proceso al cual te invitamos a desarrollar ya que aumenta la confianza de las partes interesadas, como pueden ser, accionistas, inversores, trabajadores, proveedores, etc.

  • Por tres razones principales: climática, calidad de aire y económica. La climática refiere a la necesidad de alcanzar la carbono neutralidad global en el año 2050 para limitar el aumento de la temperatura media anual a 1.5°C. La segunda refiere a mejorar la calidad de aire que respiramos y los beneficios que representa para la salud de todos. En cuanto a lo económico, reducir las emisiones de GEI genera oportunidades de ahorros en costos operativos, nuevos ingresos y costo evitado por impuestos ambientales vigentes.

  • También conocido como “huella de carbono”, el inventario o cuantificación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es requerido para medir el impacto de las emisiones generadas por tu organización. El primer paso es identificar las fuentes de emisión directas e indirectas. Las directas son aquellas que se generan por fuentes controladas y operadas por la organización como el uso de combustibles en vehículos, calderas, motores. Las indirectas son aquellas que generan los bienes y/o servicios que consume o utiliza la organización. El segundo paso es cuantificar los consumos de combustibles, bienes y servicios que generan dichas fuentes. El tercero, cuantificar las emisiones que generan dichos consumos y clasificarlas de acuerdo con su fuente.

  • Las emisiones de fuentes fijas y móviles son aquellas relacionadas con contaminantes generadas por procesos industriales, comerciales o de servicios y vehículos automotores. Estas emisiones se encuentran reguladas por la normatividad ambiental aplicable y vigente, en la cuál se establecen los límites máximos permisibles de emisión a la atmósfera, mismos que se miden con equipo de monitoreo de concentraciones. Por otro lado, el inventario de GEI cuantifica las emisiones generadas por fuentes directas e indirectas mediante el uso de volúmenes de combustible, energía consumida, factores de emisión y potencial de efecto invernadero de los diferentes GEI.

  • Actualmente, existen dos tipos de impuestos al carbono en México. El primero se implementó en el 2014, bajo una modalidad de impuesto especial sobre la producción y los servicios (IEPS), la cual grava el contenido de carbono en los combustibles fósiles. El segundo, ha sido implementado por gobiernos estatales (subnacionales) como un impuesto a emisiones GEI en donde se grava a la toneladas de CO2 equivalente emitida por la organización (sujeto obligado).

  • Primero se debe realizar un inventario de emisiones GEI (comúnmente conocido como huella de carbono), con el cuál se estima la cantidad de toneladas de CO2 equivalentes que se generaron durante un período determinado. Dicha “huella” puede compensarse mediante la compra de créditos de carbono de proyectos de reducción de emisiones o aumento de acervo de carbono. Mediante esta compra, se apoyan proyectos que mitigan el calentamiento global y aportan co-beneficios sociales, ambientales y económicos.

  • El primer paso es evaluar el potencial de reducción de emisiones y elegir la metodología del protocolo aplicable de acuerdo con la naturaleza del proyecto. Una vez seleccionada la metodología y protocolo, se registra el proyecto con la integración de la documentación requerida. Concluida la validación del proyecto, se monitorean las reducciones de emisiones cuando las actividades de proyecto inicien. Al término de un período de monitoreo (usualmente de un año), se verifican las reducciones con el fin de obtener créditos de carbono que pueden ser comercializadas en los mercados voluntarios o regulados de carbono.

  • Al valorizar los residuos sólidos se evita que estos sean dispuestos en un relleno sanitario lo cual resulta en beneficios tales como: ahorro en costos de traslado y disposición final de los residuos, nuevos ingresos por venta de materiales valorizables y costo evitado por impuestos ambientales (p.e. impuesto ambiental del estado de Querétaro, México).

  • El biogás de relleno sanitario contiene un 60% de metano que es el componente principal del gas natural, es decir que es un combustible con el que se puede generar electricidad, alimentar calderas o purificar para producir biometano (equivalente a gas natural). El uso de biogás reduce las emisiones de GEI de metano a la atmósfera y desplaza el uso de combustibles fósiles como el carbón, combustóleo, diésel, entre otros, mitigando el calentamiento global y mejorando la calidad del aire.